ESPAÑA


Por Aranzazu Álvarez

"Que no me cuenten que ese culito pase hambre"
Frase celebre que un español me piropió al pasar frente a un restaurante, yo me ataqué de la risa.


Mañana cumpliré un año desde que te conocí. Este verano te extrañé como no tienes idea. Aún tengo los recuerdos tan frescos. Cada sabor, textura, olor, calles, rostros, lugares, etc. Puedo reproducir soñando despierto o al cerrar mis ojos.
El destino ya tenía dispuesto que tú y yo nos conociéramos, inclusive muchos años antes que yo me diera cuenta de tu presencia, ya estabas en mí. Impresa en un libro de mi infancia que mi padre me había regalado. Fue agradable saber que esa gran coincidencia, obligó a que mis recuerdos volvieran, cada uno de ellos. Y Conocí un poco más de ti.
Estuve 5 meses enamorado de ti. El primer mes, me deje llevar por tu color amarillo, tus bailes de movimientos alegres, intensos y un tanto coquetos. El segundo mes, fueron los sabores de tu gastronomía, aunque a decir verdad, eso fue lo que más me gusto de ti. Ese pescado que preparabas, tortillas de bacalao, salmorejo, ¡Delicioso Jamón serrano! , patatas bravas, montaditos, y como olvidar la típica tostada: pan tostado ligeramente bañado en aceite de olivo, con tiras de jamón serrano y rodajas de jitomate ¡Dios que sabroso! En fin tantas cosas que deliciosamente preparabas para mí. El tercer y cuarto mes no me diste tregua con tanta lluvia, dos pares de tenis se fueron directamente a la basura. Pero aun así no perdiste el encanto. Esos días me sirvieron para tener una convivencia más amena. Conocí museos, bares, restaurantes, cines, plazas comerciales, las casas de mis amigos tomando tinto de verano y una que otra tapa. Las fiestas nocturnas que disfrutaba al ver aquellas mujeres guapas con cabello negro azabache y miradas coquetas moverse sobre “el tablao” o templete de madera que sonaba con aquellos tacones al compas de una sevillana. Me iba a caminar largas horas vespertinas por el Rio Guadalquivir a tomar fotos, comer o ver a la gente pasar y así comparar la similitud cultural entre mi país y el que me alojaba. Escuchar coplas en la estación de flamenco radio, ahh! otro programa de radio que escuchaba de índole sexual donde platicabas tus experiencias, dudas y confrontamientos en temas relacionados al sexo; cosa que en nuestro país no se escucharía.
Recuerdo esas tardes donde el sol pintaba el cielo de colores; realmente disfrutaba de esa terraza donde el ruido de las coplas callejeras y el puente Alamillo eran mis acompañantes. El departamento compartido con “tíos” de aquella nación era más de compromiso que de amistad, Paloma y Hugo fueron las personas con las que compartí más detalles y anhelos, mismos que sigo frecuentando por un próximo encuentro.
Nunca creí ser un narco junior en el extranjero, pues sembrar una planta de marihuana y aunque nunca la probé, estuve al tanto de ella durante 5 meses.
No podría terminar de describir los sin fines de momentos bellos y experiencias gratas que Sevilla me regaló, sin embargo, aquí cuento un poco de mi perspectiva de la cultura española, algo que puede encantarles y atreverse a probar personalmente.

R. Alejandro Moyrón Duarte

0 comentarios:

Seguidores